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lunes, 18 de febrero de 2013

Monumento de la Batalla de Belgrano


Apenas conocida en Buenos Aires la gloriosa victoria del general Manuel Belgrano, el 20 de febrero de1813, se dispuso realizar un homenaje, el que recién pudo concretarse un siglo después. Se organizó entonces el concurso internacional presidido por una comisión especial de notables, que dará como resultado el proyecto de este monumento, tal vez uno de los más hermosos ubicados en esta ciudad. El ganador fue el escultor español Torcuato Tasso y Nadal.
El 25 de mayo de 1901, se coloca la piedra fundamental del Monumento a la Batalla de Salta, comúnmente conocido como "Monumento 20 de Febrero", en el parque homónimo. Fue inaugurado al cumplirse el centenario de dicha batalla, el 20 de febrero de 1913. Fue declarado Monumento Histórico Nacional el 14 de julio de 1941, por Decreto Nacional Nº 95.687. En noviembre de 1900, Carlos Thays, famoso arquitecto paisajista francés, había realizado el diseño integral de dicho parque, que entonces era designado como Parque General Belgrano. Con una superficie de dos cuadras por lado, el área total fue dividida en cuatro zonas verdes, delineándose ejes circulatorios en coincidencia con los meridianos del predio. Ya en el monumento, la primera parte de la explanada, tiene forma de herradura, y oficia de ingreso a la segunda terraza, de conformación circular.
El monumento se erigió en el mismo lugar en donde el general Belgrano, en 1813, había hecho colocar una cruz con la inscripción "A los vencedores y vencidos", señalando el sitio en que se sepultó a los soldados muertos durante la Batalla de Salta. Esta cruz se guarda hoy en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced.
El conjunto escultórico fue diseñado en su totalidad por Tasso y Nadal, quien supervisó todo el proceso de construcción apoyado por el arquitecto Ofredi. Su estructura general nos presenta un triángulo compositivo en cuya cúspide se asienta, sobre un monolito, la estatua de la Libertad que se observa como fundida con el cielo en ofrenda de gloria y eternidad, sin perder su unidad con el basamento inferior en una auténtica concepción neoclásica. En la base de dicho monolito, se sitúan las cuatro esculturas de los generales Belgrano, Díaz Vélez, Zelaya y Dorrego. En los ángulos del segundo cuerpo se ubican cuatro cóndores que muestran una tremenda y contenida fuerza expresiva. En ese espacio superior, entre ambos cuerpos, representadas en bronce, las cuatro virtudes cardinales, la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza, significando que la grandeza debe descansar sobre ellas. El general Belgrano es representado empuñando la bandera con la cruz a su lado, en símbolo de la que él colocó sobre la fosa común de los muertos por la patria. Los bajorrelieves que se observan entre los próceres y los cóndores, representan: la Proclama, la Jura de la Bandera, la Capitulación; e ilustran los momentos vividos en la historia por nuestros próceres.








En la base de la composición piramidal, se ubican figuras de mujer con el ropaje clásico del neoclasicismo en las cuatro puntas y sobre sus basamentos. En ese mismo nivel, están colocados seis leones rugientes.
Al monumento se accede por cuatro amplias escalinatas que otorgan grandiosidad al conjunto. La altura integral es de veinticuatro metros, desde el suelo hasta la mano extendida de la efigie de la Libertad.
Si bien el conjunto desde el punto de vista arquitectónico se cierra sobre sí mismo, a partir de la base del monolito superior se siente la soltura envolvente, táctil y dinámica de la forma como si se elevara para alejarse de la opresión y llegar a la Libertad cuya figura se mueve al influjo del viento.
Los bajorrelieves y la estatua de la Victoria fueron fundidos en bronce en el Arsenal de Guerra de la Nación; en tanto que las correspondientes a los cuatro Generales y los leones del ornamento, en Francia, bajo la supervisión y colaboración de la artista salteña Lola Mora.
La estructura del monumento fue realizada con materiales extraídos de la zona: las piedras del revestimiento fueron donadas por Miguel Ortiz y provenían de la finca Tres Cerritos; el inmenso monolito de piedra de la parte superior, con piedras obtenidas de la Quebrada de Escoipe.
Texto perteneciente a la Prof. Carmen Martorell, extraído de Tesoros de la ciudad: Salta "a los cuatro rumbos", editado por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta (2008).

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